Evaluación espectral de cartas de grises

Una de las herramientas más simples y relativamente habituales en la fotografía digital son las cartas de grises, usadas tanto para realizar exposiciones, balance de blancos en cámara o neutralizar dominantes por software.

Para que estas tareas puedan llevarse a cabo con cierta precisión es necesario que las superficies neutras lo sean realmente, y no sólo en apariencia, sino que posean una distribución uniforme de la luz reflectada a lo largo del espectro.

Para realizar este tipo de evaluaciones se recurre a lo que se denominan gráficos de distribución espectral de la energía o en su término anglosajón Spectral Power Distribution o SPD.
Los gráficos de la distribución espectral de la energía expresan en su eje horizontal el espectro visible para el ser humano habitualmente entre los 400 y 750 nm y en su eje vertical lo que se conoce como energía radiante relativa o intensidad relativa, expresada en unidades arbitrarias. Por tanto las SPD representan la cantidad energía radiante emitida por una fuente de luz, o luz reflejada por una superficie, por cada región del espectro visible.

Los gráficos SPD se usan con frecuencia para caracterizar fuentes de luz. De esta forma, por ejemplo una superficie de color rojo radiará más energía en las región comprendida entre los 600 y 700nm aproximadamente, sin embargo una superficie azul radiará más energía entorno a los 450nm, etc.

Para realizar una medición espectral de una fuente de luz o superficie es necesario disponer de un espectrofotómetro. Yo voy a usar un ColorMunki Photo de X-RITE junto con la herramienta spotread de ArgyllCMS.

Según esto, una superficie neutra, debe presentar una distribución de la energía radiante a lo largo del espectro visible completamente uniforme, ya que de presentarse variaciones en una u otra región de espectro, indicará que nuestra muestra de color supuestamente neutra posee ciertos matices que pueden hacerse más o menos evidentes dependiendo del iluminante usado. Situación que en la práctica se va a traducir en un balance o neutralización de dominantes incorrecto.

Esta situación la aprovecha, por ejemplo la carta Colorchecker Pasport que ofrece una serie de parches blancos con dominantes cálidas y frías, con el fin de generar neutralizaciones parciales de dominantes cálidas o frías.

Las cartas de grises pueden presentarse a menudo como escalas de grises con sus correspondientes parches blancos, o como simples cartas de gris medio o cartas de blanco puro, entre las muestras blancas y grises existen una cierta casuística que es interesante tener presente:

En esencia existen dos tecnologías para hacer una carta de color, por un lado usar pigmentos ya sean minerales o sintéticos de cierta pureza, y por otra parte usar impresoras de chorro de tinta donde los grises serán la combinación de diversas tintas con colorantes primarios, mientras que el negro absoluto dependerá de las características de la propia tinta negra. De esta forma las muestras de gris procedentes de una impresora de tinta no suelen presentar una respuesta espectral uniforme, sino que se evidencian picos en ciertas regiones, relativas a las tintas que componen dicha muestra.

De esta forma las cartas realizadas por inyección de tinta, el blanco esta representado por las características del papel. Por tanto la respuesta espectral depende del papel y no de la tinta. Esto supone un cierto problema, ya que los papeles poseen aditivos conocidos como blanqueantes ópticos ( Optical brighteners, OBAs) a veces también llamados blanqueantes fluorescentes ( Fluorescent Whitening Agent, FWAs). Estos compuestos químicos poseen una cierta interacción con la luz ultravioleta, añadiendo una componente azulada con el fin de compensar el tono amarillo natural de la celulosa e incrementar la sensación de blancura. Estos compuestos entre otras cualidades pueden poseer comportamientos diferentes en función del tipo de fuente con el que se observen.

Sin embargo las muestras de color procedentes de pigmentos puros, acostumbran a presentar un espectro relativamente uniforme, aunque como podemos observar en los gráficos de comparativa, siempre existen pequeñas tendencias hacia una u otra región del espectro dependiendo de la calidad de las mismas.

Cuando aplicamos estas estrategias a la evaluación de cartas de color económicas, podemos encontrarnos con sorpresas en cierta manera positivas como la de las cartas de color Mennon “made in china” con una distribución espectral muy próxima a los neutros de otras cartas más caras.

Sin embargo de los materiales examinados, el espectro más uniforme obtenido durante las pruebas realizadas a lo largo de este artículo, ha sido la Pantalla de enfoque de cámara distribuida por Didecaf, sorprendentemente calidad y precio no siempre van reñidos.